El Liverpool se encuentra en un momento crucial respecto al futuro de su ataque. Aunque Mohamed Salah aún demuestra su calidad a los 33 años, la directiva del club inglés considera que ha llegado el momento de planear su sucesión, conscientes de que la carrera de Salah en la élite no es eterna.
Durante años, Salah ha sido un pilar fundamental para el Liverpool. Sus registros lo confirman: más de 400 encuentros disputados, cerca de 250 goles marcados y más de cien asistencias. Su huella en Anfield es imborrable, pero el paso del tiempo obliga a buscar alternativas para mantener la competitividad del equipo.
El nombre que más fuerza ha cobrado como posible heredero es Michael Olise. Este joven francés, que llegó al Bayern de Múnich en 2024 procedente del Crystal Palace por unos 60 millones de euros, ha sido protagonista en la Bundesliga gracias a su capacidad ofensiva y polivalencia. Su rendimiento ha captado la atención de los máximos responsables del club inglés.
En la temporada pasada, Olise se consolidó como una de las figuras claves del Bayern, recibiendo elogios por su habilidad para desestabilizar defensas rivales y adaptarse a distintas posiciones en el ataque. Pese a los rumores de interés desde Inglaterra, en el Bayern han dejado claro que “no existe presión para venderlo”, ya que su contrato lo vincula hasta 2029.
Mientras tanto, la actualidad de Salah en Liverpool no deja de ser objeto de análisis. Aunque su rendimiento sigue siendo notable, ciertas actuaciones recientes han sido puestas en tela de juicio debido a las altas demandas tácticas de la posición. El técnico Arne Slot, sin embargo, ha mostrado confianza: “La conexión entre Salah e Isak se consolidará en breve”.
No obstante, los resultados del equipo no han acompañado esa fe, lo que ha acelerado la búsqueda de un relevo. Para el club, garantizar una transición exitosa entre experiencia y juventud es una prioridad estratégica ineludible, ya que no quieren depender indefinidamente de un jugador veterano.
El posible traspaso de Olise al Liverpool no está exento de desafíos. Sustituir a una leyenda como Salah por un talento emergente exige un proceso de adaptación tanto a nivel futbolístico como institucional. Olise deberá aclimatarse al ritmo vertiginoso de la Premier League, a la presión mediática de Anfield y a las exigencias tácticas de Arne Slot.
Por otro lado, la situación contractual de Olise con el Bayern representa una barrera importante. Su contrato blindado y el hecho de que el club alemán no necesite venderlo le otorgan poder de negociación. Sin embargo, en el entorno del Liverpool ya se especula que, para 2026, la directiva podría lanzar una ofensiva seria por el jugador, cuando Salah probablemente esté cerca de despedirse de Anfield.
Así, el final de la etapa de Salah en el Liverpool parece cada día más cercano. Si finalmente Michael Olise se convierte en su recambio, el club aspira a que la transición marque el inicio de una nueva era ofensiva, caracterizada por la ambición y la continuidad. El desenlace de esta historia puede redefinir la estructura del ataque red en los próximos años.




